(Parque Natural Montaña
Palentina)*
a
Al lado de
la iglesia de Santibáñez de Resoba, donde podemos aparcar,
partimos de la señalizada Fuente del Carro, zona recreativa.
El pavimento nos sube atravesando el pueblo hasta el final, donde
empieza la pista y uno de los muchos cruces que nos vamos a
encontrar. Seguimos por el de la izquierda y 200 m. más arriba otro
sale a la izquierda a la valleja de Peña Lugar, que no tomamos,
(Otra posibilidad de ascender a Peña Escrita es subida fácil a Peña
Lugar por pradera, y luego continuar el cordal para encarar la
ascensión por su cara Oeste).
En otros 200 m. habrá más cruces que apetece seguir por
interesantes, a la derecha. Sin embargo seguimos siempre a la
izquierda, subiendo sin respiro durante 1600 m. al collado del
Alto de la Cañada, con refugio y aprisco de ganado.
Seguimos durante 340 m. al Oeste por la pista que lleva
a Santa Lucía a través del collado y los puertos de Oñañejo
(1678 m). Es cuando tenemos un puente a la derecha, en la
Fuente de
la Cañada y a la izquierda empieza una vaguada con un sendero
horadado por la lluvia que nos lleva a los prados en la falda de
Peña Escrita donde decidimos ir a la derecha, por la zona más
herbosa, hacia la collada que estamos viendo y siguiendo la valleja
que dejamos antes del Alto del Lugar.
Una vez en la collada, de
fácil y cómoda subida, nos encontramos vistas privilegiadas (De
frente Santa Lucía, y detrás a su derecha la impresionante negrura
del Curavacas. Detrás de nosotros Peña Carazo, la Sierra de Peña
Labra y Valdecebollas.).
De esta primera collada giramos al sur e izquierda
para coger cuerda.
Si queremos evitar la pequeña trepada, cuando llegamos a la roca, a
la izquierda de ella sale una senda que nos lleva cómodamente a
Peña Escrita (1763 m).
Volvemos por la cuerda, de cara al Espigüete, un poco hacia la izquierda, hasta llegar al segundo
collado de Peña Escrita, un poco más arriba del anterior.
Desde aquí en dirección NW, por buen piso, llegaremos a
Santa Lucía (1854 m) en 1 km., donde un regimiento de hitos
nos dan la bienvenida a las casetas de vigilancia de incendios y al
vértice geodésico. Tras disfrutar de las fantásticas vistas que aquí
se nos ofrecen, con el cordal de Fuentes Carrionas del Curavacas al
Espigüete y los cinco pantanos de Palencia, bajaremos un poco a la
derecha, dirección W al principio, para después girar a la
izquierda en busca de un sendero hitado que nos dirige a una pradera
antes de las agujas de un roquedo donde está el espectacular
Oraco de la Lastra, a donde nos podemos asomar.
De aquí iremos a la izquierda a la colladina superior
para comenzar la parte más complicada de nuestra ruta, que no por
peligrosa, sí es algo
más técnica. Parte una senda, hitada en principio,
siempre al lado de la pared de la Peña, en dirección Este y al
Collado de Peña Escrita que nos llevará en apenas ochocientos metros
a una pequeña aguja que queda a nuestra derecha, momento en que
empezaremos a bajar la valleja al Sur por hierba y piedra suelta.
Pasaremos al lado de un arroyo y poco después llegamos a
una pequeña pedrera que bajamos y a la izquierda un sendero nos mete
por el robledal que nos lleva a otra pedrera mayor que atravesaremos
o mejor, la rodearemos por debajo y seguir al SE (Bajar a la
carretera lo impide la vegetación) para llegar a campo abierto y
después, entre arbolado, prado y matorrales espinosos, entremos en
el aparcamiento de la
Senda del Gigante del Valle Estrecho
que llevamos buen rato viendo, y que se encuentra entre el Alto de
la Varga y Santibáñez de Resoba, prácticamente a 2 km. de ambos.
Ascendemos por la pista señalizada y sobre los 700 m. la
dejamos y una senda nos lleva en otros 180 m. a la Peña del Águila,
donde está el Mirador de Peñalbilla, construido de piedras y
donde tenemos una bonita estampa de Rebanal de las Llantas al Sur,
debajo de la peña de su nombre y de Peña Redonda. Continuamos al
Este por la senda en busca de la pista y hacia la loma que estamos
viendo. A los 745 m. llegamos a un llano, la pradería de Camperón,
donde nos desviamos 85 m. de la ruta a la izquierda para culminar
Peña Negra, por sí sólo un fabuloso mirador natural de Peña
Escrita, Santa Lucía y Santibáñez de Resoba, en línea con Peña
Labra, allá al fondo.
Bajamos otra vez a la pista y metiéndonos en un
robledal, subimos un poco y llegamos a un roquedo donde unos
escalones sobre la piedra nos llevan al insólito paraje donde está
el extraordinario mirador de Caldacio. Un panel explicativo
nos señala toda la panorámica que desde aquí tenemos y narra la
leyenda del Gigante Dormido. No se ve Rebanal de las Llantas, pero
frente a nosotros tenemos el paraje de la Deshondonada.
En cuanto
las peñas que forman la silueta del Gigante Dormido hay
dos
teorías.
En ambas, mirado desde el norte, la cabeza está en lo que los de
Castrejón llaman “El Castro del medio día”. Pero para unos
el resto del cuerpo mira al Este y para otros al Oeste.
Volvemos
hacia atrás unos 300 m., para donde comenzó el robledal, dejar la
senda y girar a la derecha, al norte, dejando el arbolado siempre a
nuestra derecha. Bajamos unos mil metros por pradera hasta asomarnos
al valle donde vemos un pilón y la pista que lleva hasta la iglesia
de Santibáñez de Resoba. Aquí es importante no seguir derecho,
evitando un cortado cubierto de arbolado, y giramos a la izquierda
bajando unos 150 m. hasta llegar a una pradera. Aunque nos separemos
del pueblo hemos de seguir en esta dirección por una senda que a
veces se pierde y que nos baja otros 150 m. casi al final del valle
donde comienza la pista en desuso que cruza el arroyo y nos subirá
en 1300 m. hasta la iglesia del pueblo. Atravesamos la carretera y
nos vamos a unos metros a la Fuente del Carro, de donde
partimos.
El
Valle Estrecho, por el que discurre el Río Rivera desde su
nacimiento en la Fuente Deshondonada (fuente
bauclusiana) hasta su desembocadura en el Embalse de Ruesga, es
el formado por la depresión que existe entre las estribaciones más
orientales de la Sierra de la Peña y las de la Santa Lucía. Lo
forman los pueblos de Rebanal de las Llantas, San Martín de los
Herreros, Santibáñez de Resoba y Ventanilla.
Rebanal de las Llantas: a 13 km de Cervera de Pisuerga, está
en la parte alta del Valle Estrecho, donde nace el Río Rivera
(fuente Deshondonada).
San Martín de los Herreros: a 3 km de Rebanal de
las Llantas se accede por la carretera de la Ruta de los Pantanos,
en dirección a Velilla del Río Carrión en una desviación a la
izquierda a un kilómetro del cruce. En el interior de la iglesia se
encuentra la Virgen de Polleda, del siglo XII -talla de madera
pintada cuyos rasgos son muy similares a las conocidas vírgenes
negras de la época-.
Ventanilla:
en la cola del embalse de Ruesga, surgió de una antigua venta
arriera.
Santibáñez de Resoba
(1215), mirador del Valle Estrecho, que se descuelga de Peña Escrita
y Peña Lugar.
Fuente la Deshondonada: A 1 km del pueblo en
dirección a San Martín de los Herreros parte una pista a la derecha
que cruza un puente de hormigón y nos lleva a una presa en donde
sale un sumidero que es el nacimiento del Río Rivera. Detrás de la
presa hay un pequeña cueva donde mana la fuente y que al parecer
viene de la ladera de Peña Redonda. En la presa se ven burbujas, que
es el chorro del manantial. En época de deshielo sale un
impresionante chorro en forma de géiser.
Información adicional:
- Guardo - Santibáñez de Resoba: 46 km. en 50'
Ver rutas:
*
Senda del Gigante del Valle Estrecho
*
Sanda Lucía - Cerrosona por La Lastra
* Santa
Lucía por Peña Escrita
*
Santa
Lucía por Peña Escrita de Santibáñez de Resoba a Vidrieros
* Santa
Lucía por el Alto de la Varga
*
Santa Lucía y el Valle Estrecho
*
Santa Lucía por Santibáñez de Resoba y collado Oñañejo
*
Peña Escrita - Santa Lucía - Senda del Gigante del Valle Estrecho
*
Peña Escrita por
Barranco Pisapraos
*
Santa Lucía
por La Lastra
*
Santa Lucía por las Tenadas de Resoba
* Cueva Deshondonada- Cueva Teresa-Cueva del Agua |