E
X P E R
I E N C
I A S 2004
Club de Montaña Peña Torquilla
Aquí
os
ponemos
algunas
de
actividades
que
hemos
realizado.
Si
queréis
saber los itinerarios seguidas
de éstos
y otros
más,
tenéis
que
ir
a
la
página
de
Rutas
y si queréis fotos, pues eso:
Fotografías
LOS CHICOS DE
ADECAS EN EL PINAR DE VELILLA 1 de Febrero 2004
El domingo, uno de Febrero 2004, salimos de
casa a las 9 de la mañana hacia Velilla. A las 9,30 bajamos del autobús
y comenzamos a subir.
El primer tramo estaba arreglado con unas
escaleras hechas de troncos y aunque tenía un desnivel de 100 m. lo
subimos bien, porque estábamos todos frescos. Vimos un conejo corriendo
por el monte.
Seguimos subiendo, algo más cansados, porque la
cuesta empezaba a notarse en las fuerzas. En este tramo el agua corría
por un arroyo y aunque había niebla y el clima era húmedo nos sobraban
los chubasqueros, porque el desnivel ya era de 400 m. Llegamos al
Collado del Pinar. Fue largo este tramo, pero aquí hicimos un pequeño
descanso y comimos unas galletas, chocolate y bebimos agua.
Comenzó a llover un poco y había niebla que
impedía ver las montañas. Después de descansar un poco, seguimos
subiendo hasta llegar a la Cima de la Peña, desde donde se veía el
pueblo de Otero porque la niebla ya empezaba a desaparecer.
Luego comenzamos a bajar y algunos opinaban que
era más duro bajar que subir, el camino era estrecho y con muchas
piedrecillas. Hubo resbalones y alguna que otra caída sin mayor
importancia. Llegamos al segundo Mirador y aquí fue donde comimos el
bocata, bien merecido y nos hicimos unas fotos. Desde aquí se veía el
embalse de Compuerto y un paisaje precioso.
Un poco más abajo, otro mirador hecho todo de madera.
Volvimos al mismo sitio donde habíamos empezado la caminata, por el
tramo de escalones hecho con troncos.
Éramos 21 personas del Colegio Santiago Apóstol y del
Taller de ADECAS, de Guardo y nos acompañaban 5 monitores "muy majetes"
del Club de Montaña "PEÑA TORQUILLA" también de Guardo. Nos guiaron muy
bien por el camino y ayudaron a subir y bajar a Vicenta, nuestra
compañera, invidente. También nos enseñaron a disfrutar de este
recorrido.
Nos ha gustado mucho este" primer encuentro" con la
montaña y damos las gracias a los chicos de "Peña Torquilla" por
acordarse de nosotros.
(Carolina y Esther)
ASCENSIÓN
A PEÑA TEN (2.145 m) .- LEÓN-ASTURIAS (28.04.04)
Una
vez más cuando suena el despertador a “esas” horas un domingo dices:
“pero donde narices voy!!!!”. No sabemos por qué pero volvemos a la
montaña, antes de buscar respuestas trascendentales la explicación puede
ser que satisfacciones que nos da cubren todos nuestros sacrificios.
Hora de
salida las 7:00 de la mañana de Guardo, y durmiendo una hora menos por el
cambio de hora. Nos preparamos y casi a las 8:30 partíamos ya del
pueblecito de Uña (1.200 m) desafiando a las previsiones metereológicas
pesimistas, aunque pronto nos dimos cuenta que se equivocaron.
Tras los
primeros pasos advertimos que tenemos un nuevo participante a los doce
iniciales: un cachorro del pueblo que
como no sabemos su nombre a partir de ahora le llamamos por ejemplo
“Chispas” ya que era muy juguetón y dispuesto a llegar a la cima.
En
la primera parada para reponer fuerzas en un pequeño refugio, tuvimos que
hacer frente a una crisis del ejecutivo: el presi dice que se baja, que no
sigue. Después nos enteramos que pretendía un entrenamiento
personalizado, a su aire.
El
resto del grupo continúa hasta el Puerto de Fonfría (1.658 m), con mucho
tesón, y algunos como verdaderos jabatos ya que la nieve estaba blanda y
requiere por tanto un esfuerzo adicional.
Una parte del
grupo decide no ascender dado el estado de la nieve y si realizar una
travesía de descenso. Otros cuatro miembros y Chispas deciden intentarlo.
El día hasta hora era espectacular, un manto de nieve recién caída,
un sol espléndido, despejado, perfecta visibilidad.
El grupo que
asciende más chispas entran ya en el circo para completar la ascensión,
sin uso del crampón, con mucho esfuerzo ya que la nieve como antes hemos
dicho estaba muy blanda. Además la niebla hace acto de presencia y un
fuerte viento. En los tramos finales, a unos metros de la cima, con
lentitud llegábamos a la cornisa (incluido Chispas), y José ya que
estaba la nieve blanda decide de forma involuntaria hacer uno de sus
deportes favoritos: el “culoski”, aunque esta vez bajo una modalidad más
informal, rápida y anárquica. Así que el descenso en este primer tramo
le realizamos en muy poco tiempo. Abandonamos el plan previsto y el
descenso se realizó por un valle paralelo al de la subida. El único
inconveniente es que a Chispas no le gustó mucho y se fue rápidamente al
pueblo, llegando antes que el primer grupo (que máquina de chucho).
El resto del
descenso fue más tranquilo y despacio disfrutando del día que ya se había
cubierto: encuentro con otros montañeros, con el guarda, el bocata,
cigarrito, cacerías de los lobos……, completan la marcha que ya tocaba
su fin. Al cubrirse el día la estampa cambió a un paisaje en blanco y
negro típico de una estampa navideña.
Llegamos al
encuentro con el resto de los compañeros que ya finalizaron la marcha y
con Chispas que al vernos huyó corriendo!!!!!, no nos quería ni ver. Una cañita
en el bar del pueblo con su curiosa estufa fue el pretexto para
intercambiar impresiones con el resto. En definitiva un día redondo,
mereció la pena. (Ricardo
de los Mozos)
PIRINEOS 30.08
al 05.09.2004
El abigarrado calendario de actividades del Club
preveía una salida de una semana a las imponentes alturas del Pirineo.
Esto supuso, de un lado, un reto a su capacidad organizativa por cuanto
era la primera vez que se programaba una actividad de tantos días de
duración, y de otro, amplió sus horizontes geográficos tradicionales y
más próximos –la Montaña Palentina y Leonesa y los Picos de Europa- para
desplazarlos a más de seiscientos kilómetros de Guardo.
Se apuntaron un total de doce personas –Rodri, Miguel
"El Secre", Adela, Mariena, José Miguel, David, los entrañables e
insustituibles tamáricos Quique y Pablo, Daniel Meléndez, José Antonio y
los Luises (Domínguez y Fernández)- para completar un programa compuesto
por ocho jornadas -del 29 de agosto al 5 de septiembre-, de las que dos
serían los inevitables viajes de ida y vuelta y el resto quedaron de la
siguiente manera:
-30 de agosto: Recorrimos todo el Valle de Ordesa
disfrutando de su acogedor y hermoso monte de hayas, pinos y abetos y de
la espectacularidad de las cascadas de Arripas, El Estrecho, de la
Cueva, Gradas de Soaso y Cola de Caballo, para alcanzar lo que iba a ser
nuestro hogar durante los cuatro días posteriores: el Refugio de Góriz,
del que recordamos especialmente sus cortantes, al principio, y luego
insustituibles y reparadoras duchas de agua siberiana, las abundantes y
divertidas cenas, los somnolientos desayunos y el buen rollo y armonía
de los ratos de descanso.
- 31 de agosto: Ascensión al Monte Perdido (3.255 m),
que bien podría haberse rubricado con el cinematográfico título de
"Montañeros en la niebla"; no vimos nada y pasamos un frío espantoso,
pero no importó; al tocar cumbre nos deshicimos en unos emocionados
besos, abrazos y apretones de manos. ¡Era el primer 3.000 de nuestras
vidas! Lo remojamos con el rioja de Quique.
-1 de septiembre: Se acusaron los esfuerzos del día
anterior y se imponía algo menos extenuante. Nos fuimos de excursión
mañanera al Cañón de Añisclo y mereció la pena: la belleza de su
entorno, sus pinos roqueros, la altura de sus cascadas y lo encajonado
del río no dejó indiferente a ninguno.
-2 de septiembre: La descomunal tormenta nocturna y
el lluvioso día otoñal que la sustituyó nos impidieron pasar a Francia
según lo previsto. Sin embargo los ánimos no decayeron, y la tregua que
nos dio el tiempo a partir del mediodía todavía nos permitió dar "un
paseo" hasta la Gruta helada de Casteret, por los Llanos de Millares, la
Plana de San Feliu y el Circo de Góriz.
-3 de septiembre: El tiempo se calmó y logramos pasar
por la Brecha de Rolando a nuestro segundo lugar de pernocta, el refugio
francés de Sarradets. Dejamos las mochilas y nos lanzamos inmediatamente
por la escala de Sarradets al Circo de Gavernie. Su impresionante
cascada de más de 400 metros y la hermosura de las caprichosas
formaciones del macizo del Marboré, simplemente nos dejaron sin
palabras. Por cierto, la cocina francesa nos gustó a todos.
-4 de septiembre: delirante subida y bajada al
Taillón (3.033 m) que nos obsequió con una grandiosa vista de los
Gabietos, de los Macizos del Vinegmale, Marboré y Monte Perdido, Ordesa
y Bujaruelo y la impresión de que no somos nada en medio de la
inmensidad de estas montañas. A continuación, de nuevo desde el refugio,
un largo y duro descenso hacia España por el coqueto y boscoso Valle de
Bujaruelo, para una vez en su parte baja y siguiendo el mágico monte
paralelo al río Ara (GR 11) desembocar en el Puente de los Navarros y
desde allí a Torla, donde acampamos y una cena de hermandad cerró
nuestro ciclo pirenaico.
A modo de conclusión, esta inolvidable salida no ha
sido otra cosa que una primera toma de contacto con el Pirineo y
trampolín para aventuras posteriores, porque todos sin excepción
coincidimos en que hay que volver; queda mucho por ver y aprender. Por
otra parte, todo ello no hubiera tenido ningún valor sin el barniz, sin
el toque humano de los doce compañeros, que han sido sin duda alguna lo
mejor del viaje.
Por último no podemos olvidar a nuestro sin par Pedro
Tejerina, el autobusero del Club, por su buen hacer, personalidad y
demostrada paciencia en esta y otras salidas.
(José Antonio Fernández) |